La ComfortClass 500 es la pauta a seguir en autocares de largo recorrido de piso alto. Hace exactamente 45 años se decía lo mismo de la antaño nueva serie 200. SetraWorld organizó un encuentro entre un clásico, el S 215 HD con el número de chasis 001, y su bisnieto, el S 515 HD.
Revista SetraWorld
Setra HD, qué otro sino
Cuatro décadas de autocares de piso alto.
Setra HD, qué otro sino.
«La nueva serie de Setra es una propuesta orientada a unos deseos y requisitos cambiantes, y construida con nuestra ya tradicional pasión por el trabajo de calidad, pero con nuevos conocimientos y nuevos materiales. Está orientada al futuro en cuanto a estilo, confort y rentabilidad». Esta expresión podría sonar un tanto anticuada, pero, en cuanto al contenido, la cita encaja perfectamente con la Setra ComfortClass 500. De hecho, la pronunció Otto Kässbohrer en 1976 con motivo de la presentación de la serie 200.
«Para Otto Kässbohrer, la palabra «rentabilidad» significaba ante todo que un Setra debía ser una sólida inversión.»
La legendaria serie 200 llegó al mercado 25 años después del primer Setra y se convirtió en un rotundo éxito con cerca de 28.000 unidades. Su pieza clave, el autocar de piso alto S 215 HD, de doce metros. El «doscientos quince HD» se convirtió en sinónimo de nobleza en el mundo del autocar. Hoy ocurre lo mismo, pero los expertos se refieren simplemente a la «ComfortClass 500».
En comparación con su estilizado bisnieto, el modelo de aquellos tiempos se mostraba algo arqueado. También su exterior en amarillo, naranja y marrón está pasado de moda. Sin embargo, después de 45 años, este clásico de la colección de vehículos de época de Setra emana una frescura sorprendente, debido a sus líneas depuradas. La ComfortClass 500 presenta un diseño más emocional. Su semblante con grandes ojos y bandas intermitentes a modo de cejas y su lenguaje de líneas horizontales nos recuerdan a su antepasado. Todo Setra es inconfundible. Concebido de principio a fin pensando en la aerodinámica. Así fue en el pasado con su parabrisas curvado y hoy lo es con más motivo por sus radios perfectos, un parabrisas imponente y ventanillas integradas al ras: un HD nacido en el túnel de viento.
El lema «confort» de Otto Kässbohrer encierra referencias a la legendaria ventilación de circulación transversal y al suave comportamiento de marcha de la serie 200. En 2016, Setra habla de la climatización totalmente automática con dos zonas de temperatura, la calefacción por agua caliente, los circuitos separados para calefacción y climatización, así como los sensores. Cuando en el pasado los pasajeros encendían su ventilador pulsando un botón, hoy los envuelve un aire atemperado sin corrientes de forma totalmente automática. En lugar de Velours franjeado, hoy se utilizan tejidos planos del máximo nivel o piel. Todo coordinado con elegancia y el máximo cuidado. Un paso adelante desde el asiento hasta una funcional butaca de diseño; por supuesto, también con reposacabezas de confort regulable en altura si se desea. Sus ventanillas permiten una visión despejada hacia arriba y, rematando su pasillo central de gran altura interior, un revestimiento que amplía la sensación de espacio y que parece flotar. Su amplia iluminación LED realza el compartimento de pasajeros: el espíritu práctico del pasado da paso a una nueva atmósfera. La iluminación del viejo HD, integrada de forma ingeniosa en los canales de aire, tampoco se conserva en nuestros días por mucho que en su día fuera el último grito.
Una planta más abajo, el tren de rodaje del Setra actual ejercita por igual la suavidad y la firmeza. El HD avanza por la calzada con todo el confort. No oscila sobre sus amortiguadores, sino que suaviza con maestría cualquier irregularidad. Mientras que el modelo clásico con su enorme volante busca dubitativo su trazada, su bisnieto la tiene más que dominada y se mantiene a pie firme en la línea recta.
Para Otto Kässbohrer, la palabra «rentabilidad» significaba ante todo que un Setra debía ser una sólida inversión. Una máxima que sigue vigente, aunque abarca un ámbito mayor. Igual que hoy, las empresas de autocares prestaban atención a los costes, pero no se conocía el concepto del TCO (costes operativos). Los intervalos de servicio de 10.000 se daban por supuestos, cuando hoy se recorren 120.000 entre los cambios de aceite. En el modelo antiguo funcionaba un potente motor de diez cilindros con casi 16 litros de cilindrada y 235 kW (320 CV), mientras que hoy bastan 10,7 litros y seis cilindros para alcanzar los 315 kW (428 CV). Con sus 2100 Nm, este motor alcanza exactamente el doble de par motor que el V10. Pero la diferencia se nota mucho más en la práctica: si el modelo clásico requería frecuentes cambios de marcha para mantenerse en su régimen, en la ComfortClass 500 las r. p. m. ideales se logran con toda serenidad y un nivel de ruido mucho menor. Su arranque es dinámico, la caja de cambios totalmente automatizada PowerShift 3 alcanza la marcha idónea y la engrana con mayor rapidez y con más suavidad de lo que es posible manualmente.
«Al igual que su bisabuelo, es la pauta a seguir para todos los HD.»
A pesar de doblar el reprís, la ComfortClass 500 consume mucho menos combustible. Un S 515 HD con un depósito de 480 litros tiene la misma autonomía que el S 215 HD con sus 670 litros. Además, el nuevo motor también es mucho más limpio. ¿Euro VI, depuración de gases de escape con recirculación, catalizador de oxidación, filtro de partículas, inyección de AdBlue y catalizador SCR? Pura ciencia ficción en 1976. En aquellos tiempos, fumar aún no estaba mal visto, ni a bordo ni por el tubo de escape.
También la seguridad se planteaba de otra forma. El bastidor de retícula tubular de la serie 200 se consideraba altamente resistente, pero en el 215 se contaba con cinturones fijos de dos puntos en la primera fila. Claro que hoy día nadie sabe en qué consisten. Hoy lo normal es tener cinturones en cada plaza y el sistema de protección contra colisiones frontales refuerza la protección del conductor en caso de colisión frontal. Además, desde el ABS hasta el ESP® y desde el detector de carril hasta el Tempomat con regulación de distancia y Active Brake Assist 3, toda una variedad de sistemas de asistencia garantizan que el conductor no tenga que intervenir casi nunca. Pero hay tradiciones que se recuperan: tras encender el contacto –hoy, con una llave electrónica– el motor se pone en marcha pulsando un botón de arranque, como se hacía antaño.
Para terminar, recordamos un dicho de Otto Kässbohrer acerca de la serie 200: «Espera merecer su valoración y recepción favorables». Sin duda, diría lo mismo 45 años después acerca de la ComfortClass 500. Al igual que su bisabuelo, es la pauta a seguir para todos los HD: un autocar de piso alto con auténtica clase.
SetraWorld 57 – 01 | 2016
