Con la restauración de un Setra S 6 de 60 años de antigüedad, el empresario griego Jannis Makris ha cumplido su sueño.

Cada vez que Jannis Makris sale con su Setra a dar una vuelta por los alrededores de su ciudad natal, Atenas, le acompaña la mirada curiosa de muchos transeúntes asombrados. Y es que su Setra S 6 de 60 años no es solo un autocar histórico, este vehículo de 6,70 metros y 22 plazas, perfectamente restaurado y con una carrocería de líneas curvas y atemporal, conquista corazones.

El amor de Makris por los autobuses y autocares viene de lejos. A principios de los años 60, los autobuses y autocares Setra formaban parte de la flota de la empresa familiar. Durante la época emergente del turismo en Grecia, los viajes en autocar se volvieron especialmente populares. «Todavía recuerdo lo agradable que era viajar en un Setra S 10», comenta este griego de 63 años. Aunque la empresa de autobuses de su padre hace tiempo que desapareció, su amor por Setra ha perdurado hasta hoy.

Tuvieron que pasar cinco años hasta que Makris encontrase por fin el vehículo adecuado. Un transportista de coches trajo el vehículos muy deteriorado desde Bitburg (Alemania) hasta Atenas, donde el nuevo propietario, junto con amigos y empleados, primero lo desmontó pieza a pieza en el taller propio de la empresa. «En ese momento se encontraba en un estado bastante deteriorado», narra Jannis Makris. «Después de 1,5 millones de kilómetros y 25 años en un granero, no solo faltaban los asientos y el panel central, sino que estaba oxidado y presentaba defectos mecánicos. Mi familia se mostró muy escéptica sobre si llegaría a poder circular».

Atrás quedan cuatro largos años de restauración. Jannis Makris está especialmente orgulloso no solo del éxito obtenido, sino también de cómo él y su equipo han conseguido devolver el vehículo a su estado original, por así decirlo. «Procedimos de forma "arqueológica". Es decir, preparamos cada pieza que desmontamos, la fotografiamos, la metimos en una bolsa y la etiquetamos». Este método meticuloso permitió posteriormente volver a montarlo todo con exactitud y reutilizar el mayor número de piezas posible.

«Casi el 100 % de las piezas son originales, incluso los tornillos. Me sorprendió la buena calidad del material de entonces», dice Makris. Lo que ya no estaba disponible en su versión original, este apasionado de Setra lo fue consiguiendo poco a poco. «Nos tuvimos que armar de mucha paciencia hasta que lo tuvimos todo a punto. Pero lo logramos». Todo lo que faltaba se fabricó de forma fiel al original con un gran esfuerzo por nuestra parte. Incluso las redes de los asientos están anudadas a mano, como cuando se entregaron en 1962».

Desde 2019, el Setra S 6 luce una pintura de color beige y rojo y llena de alegría a su propietario. «La primera prueba de conducción después de la restauración fue un momento indescriptiblemente emocionante», recuerda Jannis Makris. «Teníamos que probarlo y ver que los cuatro años de trabajo no habían sido en vano». Una fuente independiente no tardó en corroborarlo. Cuando Makris acudió a un encuentro de vehículos históricos en 2019, el jurado eligió su S 6 como «Best of the Show» de entre 250 participantes. «Algunos amigos veteranos incluso sospecharon que, por su perfección y atención hasta el último detalle, el autocar no había sido restaurado, sino que debía estar escondido en algún lugar durante décadas», nos cuenta este ateniense de 63 años, visiblemente orgulloso.

Jannis Makris está plenamente convencido de la calidad de Setra y no duda de que su Setra S 6, de 60 años de antigüedad, es capaz de sobrevivir otros tantos años más, siempre y cuando se trate con cuidado y mantenga un modesto kilometraje de entre cinco y seis mil kilómetros al año. Makris sigue conduciendo su autocar casi en exclusiva. «No obstante, poco a poco voy enseñando a mis dos hijos mayores a conducir bien un Setra S 6», comenta este padre de familia con una sonrisa. Al fin y al cabo, han heredado de él su amor por los autobuses y autocares Setra.