La región de La Rioja, en el norte de España, goza de fama mundial por su vino. Pero también alberga numerosos monasterios que han conservado las primeras anotaciones en idioma español. Recorremos la región en un Setra ComfortClass S 511 HD.

Rioja... No es por casualidad que, fuera de España, el nombre de esta zona sea sinónimo de vino español. En efecto, el vino lleva implantado aquí desde el año 3.000 a. C., y la región de La Rioja es conocida en todo el mundo por sus variedades DOC. Pero pese a la enorme importancia del vino para la región, La Rioja tiene mucho más que ofrecer. José Ignacio Jiménez Domínguez, dueño y director de una empresa de larga tradición como es Autobuses Jiménez, de Logroño, capital de La Rioja, nos invita a un viaje por los viñedos que nos llevará a las raíces históricas de la región. El autocar elegido, un autocar corto Setra S 511 HD, viene como anillo al dedo para las curvas entre viñedos y las estrechas calles históricas de los pueblos.

En la Edad Media, la viticultura era en La Rioja tarea ante todo de los monasterios, donde, por lo demás, los monjes se dedicaban a estudiar la Sagrada Escritura y verter al latín escritos históricos en griego o árabe. Algunos de los monasterios son hoy Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, por lo que se encuentran entre los destinos culturales y turísticos más importantes de La Rioja. La excursión para conocerlos es una de las rutas más bellas e interesantes que programa Autobuses Jiménez. Es una singular delicia para quienes deseen conocer algo más que la célebre Calle del Laurel de Logroño y tomar vino en sus innumerables bares.

En el S 511 HD de la ComfortClass vamos muy cómodos, pues las piernas tienen espacio de sobra en 30 asientos repartidos en 10,47 metros de largo. El rincón social invita a animadas conversaciones con el resto del pasaje. Pepe, el conductor, domina el Setra en las pequeñas carreteras comarcales, fascinado por la facilidad y seguridad con que se deja conducir el S 511 HD.

«En primavera, con los primeros brotes verdes de las viñas, esto se pone muy bonito», cuenta José Ignacio Jiménez mientras atravesamos los viñedos. «Pero otra experiencia sin igual es hacer esta ruta en octubre y noviembre, cuando las viñas brillan con el rojo y el amarillo del otoño, creando un paisaje como de sueño». En La Rioja, nos explica con una sonrisa, hay dos ocupaciones principales: vendimiar el vino y beberlo. Por lo demás, también nos recomienda conocer las numerosas fiestas populares como la «Batalla del vino» de Haro, en la que los asistentes se rocían mutuamente con vino.

Mientras no paran de aumentar las curvas y se va estrechando el trayecto por las poblaciones, nos acercamos al pueblo de San Millán de la Cogolla, enclavado en plena montaña. Allí se encuentran —a un tiro de piedra de distancia— dos monasterios, Yuso y Suso. Ambos están declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, no solo por motivos religiosos y arquitectónicos, sino también literarios y lingüísticos. Los monasterios, en efecto, están considerados «la cuna del español». En ellos, los monjes manejaron en la temprana Edad Media un libro en latín, en cuyas páginas uno de ellos dejó comentarios en la lengua vernácula que se hablaba entonces, pero que aún no se había puesto nunca por escrito. Muy cerca, además, vivió Gonzalo de Berceo, el primer poeta que escribió su obra en español.

Tras un corto trayecto por un paisaje de suaves colinas, llegamos a Briones, una idílica pequeña población vitivinícola en la Rioja Alta, y allí visitamos el Museo Vivanco. El museo se alza imponente en medio de los viñedos, acomodándose a la perfección con el entorno. Está pensado para conocer la viticultura en toda su diversidad: su origen, su tradición, su cultura. Y, por supuesto, los visitantes podrán también probar distintos vinos de la región y adquirirlos para su bodega doméstica, no sin antes, eso sí, haber degustado alguna de las especialidades culinarias locales, como las patatas a la riojana o las chuletas de cordero.

Surcando las suaves colinas de la zona, el pequeño autocar de la ComfortClass nos lleva de vuelta a Logroño, capital de La Rioja. Mientras el sol poniente baña en su luz dorada los vastos viñedos de la región, nos recostamos relajadamente en los cómodos sillones reclinables Voyage Plus de Setra y disfrutamos el silencioso deslizarse del S 511 HD mientras pasamos revista a las impresiones de una jornada tan rica en acontecimientos.