Escandinavia es tendencia en viajes de invierno: en Idre, la zona de deportes en la nieve más popular de Suecia, Viajes Rucksack ofrece esquí de fondo, rutas en trineo de perros, marchas con raquetas y mucho más. Desde Hamburgo, un Setra S 516 HD nos lleva a la Suecia central vía Dinamarca y Gotemburgo.

Desde la cima del Idre Fjäll se divisa en todas las direcciones el suelo cubierto de nieve hasta el horizonte. Al sur se encuentra Njupeskär, la catarata (helada) más alta de Suecia. Al norte comienza el ascenso a los 1.131 metros del Städjan. Entre medias, típicos bosques de abetos en los que, dicen los suecos, tiene su hogar Papá Noel. Si eso es verdad, Jultomten vive muy tranquilo en Idre, donde no encontraremos colas en telesillas ni alquileres de esquís, ni el barrullo del après ski. De vez en cuando se cruza en el camino un lapón en moto de nieve con su rebaño de renos. Y en esta zona interior de la Suecia central el viajero puede pasar días sin encontrarse con nadie.

En esta provincia de Dalecarlia, junto a la frontera noruega, estamos en mitad de un enorme campo abierto. Por esa razón eligen Escandinavia cada vez más aficionados a los deportes de invierno en busca de tranquilidad y esparcimiento. Un proveedor muy experimentado en este turismo campestre invernal es Viajes Rucksack, de Münster. Su campamento en Idre ofrece 40 plazas para viajeros y un abanico singular de actividades al estilo nórdico: esquí de fondo, esquí alpino, marchas con raquetas o esquís, rutas en trineo y en motonieve, pesca en hielo, hípica y sauna. «No solo este invierno hemos tenido en Suecia mejor nieve que en los Alpes —afirma Klaus Lange, director de marketing de Rucksack—, sino que los precios y el alquiler de esquís son más baratos».

Entre los huéspedes está Hans Jörg Fritz, un experto absoluto en nieve y montaña. Guía de montaña nacido en Hall, en el Tirol, practica deporte de invierno desde niño y acaba de descubrir la Laponia sueca y Dalecarlia; se aloja en el campamento para practicar marcha sobre esquís: «Me encanta lo inacabable de las mesetas, las rutas en que cocinas al aire libre y, en primavera, contemplas la aurora boreal. Como, además, le doy mucha importancia a la ecología, creo que volveré a hacer este viaje en autocar».

La expedición parte de la Estación Central de Autobuses de Hamburgo casi todas las tardes de viernes desde diciembre a abril. Desde hace diez años, Viajes Rucksack tiene contratado el transporte con LippeBus. La empresa, radicada en Ascheberg, cerca de Münster, confía en sus doce autocares, casi todos Setra. Hoy nos llevará a Suecia un modelo ComfortClass Setra 516 HD. El principal equipamiento para este viaje de más de 17 horas: 53 sillones-cama especialmente cómodos. Además, este autocar de piso alto dispone de gran bodega para transportar equipos de esquí y víveres para el campamento. Al volante se alternan Detlev Nowacks y Dirk Kosemund, experimentados conductores suecos. «¡Bienvenidos a bordo! Lo primero de todo: aquí no hay ‘usted’, todos nos tuteamos», dice Kosemund por la megafonía. «Queremos que os sintáis bien aquí. Por ello viajamos en uno de los mejores autocares del mercado, un Setra. Una de las razones es que tiene excelentes equipamientos de seguridad y confort».

El 516 HD abandona Hamburgo al caer el sol en dirección a Puttgarden, donde en poco tiempo subimos a bordo del ferry. Tras 45 minutos en el «Prinsesse Benedikte», cruzamos la frontera danesa en Rødby. Pasamos Copenhague rumbo a Helsingør, y desembarcamos en el pintoresco puerto sueco de Helsingborg. Tras la llegada a medianoche, restan aún 880 km en dirección norte. Mientras Nowacks conduce de noche por la autopista internacional E45, Dirk Kosemund nos cuenta cómo facilita la vida al conductor el equipamiento de seguridad del Setra 516 HD: «El Tempomat con regulador de la distancia, el sistema Active Brake Assist y el asistente de trayectoria hacen mucho más agradables y seguros estos largos viajes de noche».

A la mañana siguiente llegamos por fin a Idre, a 400 m de altura y con temperaturas en torno a 0 º C. Pese al trayecto nocturno, los viajeros están bien descansados, y se les dispensa un abundante desayuno en el edificio principal del campamento. A continuación se dirigen a la tienda, donde alquilan equipamiento de esquí de fondo para el cursillo en la pista propiedad de la casa. Entretanto, otro grupo se prepara para la vuelta a Hamburgo. Tras una «semana estupenda y agotadora» con duras rutas en trineos de perros, Martine Koch, de Hamelín, se alegra de poder volver en un autocar tan cómodo.

La misma opinión tiene Martin Schöttler, gerente de LippeBus: «Para larga distancias, los autocares de Setra, sobre todo los de la serie 500, ofrecen mucha fiabilidad y tecnología madura. Para nosotros, tan importante como esta calidad es la red de servicio técnico de EvoBus, amplia y bien organizada, con la que Setra demuestra su orientación al cliente». El invierno escandinavo, de hecho, dificulta la labor. Raramente se actúa contra el hielo en carreteras y autopistas, por lo que el pavimento en invierno es una capa de nieve aplastada. El trayecto sería un atrevimiento sin neumáticos de invierno de primera calidad y cadenas para el caso necesario.

Turistas como Martine Koch y Hans Jörg Fritz son clientes típicos de Viajes Rucksack. Saben apreciar el contacto con la naturaleza y las ventajas ecológicas y la facilidad de viajar en un confortable autocar de largas distancias. Con ello siguen la tendencia, pues Viajes Rucksack ha recibido ya varias veces la «Palma de Oro» de la revista Geo Saison y el campamento de Idre le granjeó el «Travel Award» de la revista escandinava de viajes Nordis. Por ello, Klaus Lange y Martin Schöttler están planeando ya la próxima temporada invernal. Una cosa está decidida: el transporte hasta Suecia por el corredor danés correrá siempre a cargo del vehículo predestinado para ello: el Setra 516 HD de LippeBus.