Todos los años, la empresa bretona Salaün Holidays emprende el viaje del siglo: desde Brest, en el Atlántico, a través de nueve países hasta Vladivostok, la ciudad rusa más oriental, a orillas del Pacífico. Pero no hay por qué renunciar a la comodidad. El viaje se hace en un TopClass S 517 HDH de Setra lujosamente equipado. 

Dar media vuelta al mundo lleva su tiempo. 49 días, en el caso del autocar que lleva a los viajeros de la empresa Salaün Holidays de Bretaña desde la costa atlántica bretona hasta la ribera rusa del Pacífico. 16.000 kilómetros recorren los 32 pasajeros. París, San Petersburgo, Moscú, Ekaterimburgo, Irkutsk y Ulán Bator son nada más que algunas de las estimulantes paradas culturales de la ruta.

Luc Le Saos, director de producción en Salaün Voyages y responsable de proyectos especiales como el Viaje del Siglo Brest-Vladivostok, está convencido de que lo mejor para un viaje así es la TopClass de Setra: «Elegimos el Setra S 517 HDH por la comodidad que ofrece tanto a pasajeros como conductores. Para que los viajeros se sientan lo mejor posible, hemos equipado el autocar con dos rincones sociales en la trasera, cafetera espresso y wifi con un rúter para Europa y otro para Rusia, además, por supuesto, del cuarto de baño. Para esta gira por el mundo, redujimos excepcionalmente los asientos de 80 a 42. Para los sillones seleccionamos piel y terciopelo, con cabezales reclinables continuos, que hacen el viaje aún más cómodo. Cada asiento cuenta con conexión USB, y el habitáculo cuenta con tres enchufes de 220 voltios».

Durante el trayecto, cuatro conductores, una acompañante, un logístico ruso y seis guías se alternan para explicar a los pasajeros los países y ciudades que atraviesa el autocar y organizar actividades de ocio y visitas culturales. También hay previstas noches en hoteles seleccionados y comidas en restaurantes, incluso alguna que otra merienda con personas del lugar. «Queremos -refiere Luc Le Saos— que nuestros pasajeros disfruten y aprendan en el viaje sobre los aspectos culturales destacados de las ciudades y las regiones que visitamos».

El concepto parece funcionar, ratifica Henri, uno de los pasajeros. Acompañado de su mujer, ha hecho el viaje entero del primer al último día: «El viaje tiene una organización increíble. El tiempo pasa como si fueras en avión, y el autocar de Salaün es comodísimo».

Las jornadas oscilan entre los 300 y 700 kilómetros. Las condiciones viarias no son siempre estupendas. Sobre todo, Siberia y Mongolia plantean dificultades continuamente a conductores y vehículo. «Las carreteras allí tienen a veces socavones tremendos que hay que esquivar lo mejor que se pueda», informa el conductor Jean-Pierre Labat. En los tramos menos practicables es donde mejor se revelan las prestaciones del Setra. Su potente motor y la buena coordinación de los cambios automáticos hacen posible sortear del mejor modo cualquier situación. «Incluso tras un día entero en el autocar —añade Labat— no me siento cansado. Lo mismo puede decirse de los pasajeros».

Por descontado, Labat volverá el año que viene a ponerse al volante en la media vuelta al mundo en autocar. Y, por descontado, en un S 517 HDH. «Llevo 37 años trabajando en Salaün —recapitula—, y los autocares Setra me convencen. En mi opinión no los hay mejores».