Viaje a un exclusivo  mundo de belleza.
Revista SetraWorld

Viaje a un exclusivo mundo de belleza.

Las manufacturas: productos con carácter único.

En el mundo globalizado se concede cada vez más valor a lo individual. Y cada vez más gente busca la calidad hecha a mano en vez del consumo de productos de uso rápido. Sobre todo en las ciudades, se está viendo proliferar manufacturas que aplican con calidad procedimientos artesanos tradicionales. «Urban Manufacturing»: así denomina el Instituto del Futuro de Fráncfort esta tendencia cada vez más seguida.

La Ruta manufacturera alemana (Deutsche Manufakturenstraße) invita a viajar por las ricas tradiciones artesanas. En sus 2.500 km y cuatro trayectos, la Ruta nos lleva a manufacturas alemanas muy distintas, del Báltico al lago de Constanza, a través de los 16 Länder del país. Hay distinguidos accesorios domésticos, delicias culinarias, vino y chocolate, muebles e instrumentos musicales hechos a mano, ropa a medida, relojes extraordinarios... La Ruta manufacturera nos sorprende con la diversidad de artesanías exclusivas.

Las manufacturas nos sorprenden con la diversidad e artesanías exclusivas.

En Hamburgo nos lleva, por ejemplo, al tostadero elbgold, una marca de café gourmet que tuesta a mano el mejor grano Arábica. La empresa busca también el cultivo sostenible y el comercio justo y directo. elbgold simboliza no solo el café de calidad suprema, sino también el movimiento de pequeños tostaderos desarrollado estos últimos años en la metrópolis cafetera que es Hamburgo. Una ciudad, por lo demás, con muchas otras manufacturas, recién creadas unas, otras con larga historia, dedicadas todas a satisfacer los deseos de una clientela creciente, la cual de ningún modo se compone solo de gente mayor bien situada; según el maestro zapatero Benjamin Klemann: «Hace unos 30 años los zapatos artesanos eran para señores de cierta edad. Pero la situación ha cambiado mucho los últimos años. Hoy nuestra confección a medida tiene una clientela claramente más joven».

«Tenemos muchos seguidores en Suiza, los EE.UU. y Japón. Ahora nos están encargando zapatos también muchos clientes escandinavos.»

Benjamin Klemann, Maestro zapatero

Hasta el zapatero Klemann de Hamburgo llegan clientes de todo el mundo para hacerse unos zapatos artesanales. 

Entre las razones, según el zapatero, está la sostenibilidad, pues el calzado cosido a mano dura muchos años y además puede repararse sin problema. La motivación principal, no obstante, está en los pies: «La mayoría acude a nosotros por problemas con los zapatos de fábrica, debido, por ejemplo, a un pie especialmente grande o pequeño, estrecho o ancho. Además, a muchas personas les gusta también la artesanía tradicional y el calzado totalmente a medida». Y no solo en Alemania: los zapatos de cercos cosidos que Benjamin Klemann fabrica con piel de becerro y otras tienen pedidos de 20 países. «Tenemos muchos seguidores en Suiza, los EE.UU. y Japón. Ahora nos están encargando zapatos también muchos clientes escandinavos». 

La platería de Bremen Koch & Bergfeld, nuestra siguiente parada en la Ruta manufacturera alemana, también suministra al extranjero, en este caso sobre todo a Austria y Suiza. La cubertería de plata, no obstante, es favorita en las mesas alemanas, las de la nobleza entre otras. «Desde que se fundó el negocio en 1829 atendemos a las familias nobles alemanas. Llevan generaciones usando nuestros cubiertos, y aprecian la posibilidad de poder reponerlos. En efecto, garantizamos que nuestros más de 300 modelos tendrán disponibilidad eterna», refiere Wigmar Bressel, socio de Koch & Bergfeld. Sus cuberterías artesanas reflejan estilos artísticos de diferentes épocas: barroco, rococó, clásico, modernismo, art déco...

La exigencia suprema de calidad, estilo y estética es común con otras manufacturas alemanas. Así lo explica Wigmar Bressel, que preside también la Federación de Manufacturas alemanas: «Pretendemos fomentar los productos tradicionales de calidad, apoyar nuestra cultura artesana y buscar aprendices cualificados. Por diferentes que sean nuestros miembros y sus productos, tienen algo en común: su calidad suprema, que empieza por seleccionar con esmero la materia prima. Cuidando mucho el detalle, crean bienes de uso exclusivos y muy duraderos».

Delicada labor de precisión: fabricar cubertería fina de plata exige mucha experiencia y sutileza.

«Pretendemos fomentar los productos tradicionales de calidad, apoyar nuestra cultura artesana y buscar aprendices cualificados.»

Wigmar Bressel, socio de Koch & Bergfeld

El término «manufactura» procede de las palabras latinas manus (mano) y facere (fabricar). Desde el procesado de materias primas hasta el producto, la producción entera se lleva a cabo en el mismo lugar. Trátese de piezas en serie o únicas, los productos artesanales ejercen un atractivo especial para el cliente. En este mismo punto insiste también Wigmar Bressel: «La sostenibilidad es clave. Las manufacturas son importantes al respecto. Aparte, dan satisfacción y felicidad a la gente. Así lo vemos todos los días»

Lo dicho vale probablemente para cualquier producto manufacturado: delicias culinarias, ropa a medida, porcelana fina o bolsos artesanales, monturas de gafas, brochas de afeitar, material de escritorio... En la Ruta manufacturera alemana queda patente esta diversidad artesanal. Y el viaje no termina, ni mucho menos, en las fronteras de Alemania. En Austria, por ejemplo, encontramos la «Ruta de los Maestros» (Meisterstraße), que recorre talleres centenarios de proveedores de la corte, conocidos fabricantes de lujo y pequeños artesanos. En Italia, la isla de Murano tiene fama mundial por sus jarrones, bisutería y esculturas de cristal, que se siguen fabricando hoy a mano, y Nápoles es el paraíso de los trajes a medida. En Francia, por su parte, no solo hay alta costura: en la tradicional localidad de la porcelana, Limoges, pequeños talleres elaboran tazas, platos, jarrones y fuentes, todo confeccionado con creatividad y destreza artesana para quienes aman la singularidad.